viernes, 18 de septiembre de 2020

El plagio: Marcial y Fidentino #HitosHistoriaPI #HHPI

 Como tantas veces hacemos referencias a los plagios (denuncias, juicios, sentencias) hoy quisimos traer a colación la referencia más antigua que se conoce en el mundo occidental, al menos, de plagios. Analizamos y citamos al respecto del libro “Epigramas de Marco Valerio Marcial”, 2da ed., “Texto, introducción y notas de José Guillén, revisión de Felipe Argudo”, Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 2003.

(http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/23/14/ebook2388.pdf )


Marco Valerio Marcial fue un literato del primer siglo después de Cristo. Famoso por su capacidad de escritura y sus constantes referencias a personalidades de su época. Nació, vivió (a su retorno de Roma) y murió en Bilbilis, localidad de la actual España, cercana actualmente a Calatayud.




Según el autor del citado libro:

Marcial es un observador sagaz del comportamiento humano, y lo que observa

lo describe con tal viveza y exactitud que aún nosotros nos hacemos la impresión de

ver al personaje con las mismas sombras y luces con que él lo veía, suscitando en sus

lectores los mismos sentimientos de simpatía o de aversión.

Él toma al hombre desnudo del oropel de sus cargos y de su posición social, y

los ve como son en realidad: débiles, corrompidos, viciosos y llenos de ambición,

lujuriosos, presumidos y falsos. Suele respetar el prototipo de cada carácter de

ordinario bajo los mismos nombres; así, el liberto enriquecido será Zoilo, al que

presenta en todas sus malas artes, bajezas y presunciones; los cazadores de

testamentos; los maniáticos de la declamación; los plagiarios de los versos de

Marcial. ... ”


Uno de los temas por los que más se lo recuerda es por las referencias que hizo al plagio del que, como tantos, como siempre, fue objeto como autor. No existía normativa alguna sobre propiedad literaria en la época romana, pero sí la idea y conciencia de que si alguien leía, recitaba o interpretaba obra ajena no podía apropiarse de ella sin pagar al autor, era mal visto no hacerlo.

Su más frecuente y mencionado ladrón de obras fue Fidentino. A él hace referencia en varias ocasiones en sus epigramas, Marcial. Transcribimos algunas de tales referencias del Libro de los Epigramas, publicado el 80 d. C. El cual,para ser distinguido de otros, se llama Libro de los Espectáculos..



XXIX

Un plagiario

Corre el rumor de que tú, Fidentino369, lees mis versos al público como si

fueran tuyos. Si quieres que se diga que son míos, te enviaré gratis los poemas; si

quieres que se diga que son tuyos, compra esto: que no son míos370.”


369 Varias veces se refiere a Fidentino, cf. 1, 38; 53; 72.

370 Es decir, “compra el silencio”. Cf. 1, 66, 14: “Debe comprar no el libro, sino el silencio”.



XXXVIII

Además de plagiario, mal recitador

El libro que recitas, Fidentino, es mío; pero cuando lo recitas mal, empieza a

ser tuyo.”



LIII

Ladrón de poemas

En mis libritos hay, Fidentino, una página tuya, una sola, pero señalada con la

impronta inconfundible de su autor, que convierte tus poemas en robo manifiesto. Así

un capote lingónico414 entrometido contamina con su grasiento tejido las ropas de

color violeta propias de la ciudad; así denigran los tiestos arretinos415 las copas de

cristal; así el negro cuervo, cuando vaga al azar por las riberas del Caístro416, es objeto

de burla entre los cisnes de Leda; así, cuando el bosque sagrado resuena con la

variedad de notas del ruiseñor, la picaza contesta desvergonzada con las quejas

cecropias. Mis libros no necesitan ni contraste ni juez417; tu página se levanta contra ti

y te dice: “Eres un ladrón”.”


414 Del país de los lingones, pueblo de la Galia Céltica cuya capital era Andematunnum, hoy Langres,

departamento del Alto Marne,

415 De Arretium, en Etruria, hoy Arezzo, en la cuenca alta del Arno, capital de la provincia de su

nombre. Cf. 14, 98; Plin. N. H. 35, 150.

416 Río de Jonia.

417 Esto es, ni título, firma o marca que declare la autoría ni juez que la decrete en caso de discusión:

con sólo leer dos o tres versos, salta a la vista que son de Marcial; cf. 12, 2, 17-18.



LXXII

Poeta postizo

¿Piensas, Fidentino, que eres poeta merced a mis versos y deseas ser tenido

por tal? Así es como Egle se cree que ha dentado por haber comprado unos huesos y

marfil; así Lícoris, que es más negra que la mora que se cae [de madura], se gusta a sí

misma embadurnada de albayalde. También tú, por este procedimiento por el que eres

poeta, aun siendo calvo, serás melenudo440.”


440 Así tú, sin componer un poema, podrás parecer poeta, con los versos robados.


Otras menciones a plagios u otras situaciones que molestaron a Marcial, relacionadas con el tratamiento que se daba a sus creaciones literarias:


Del Epigrama I


I

...3.—Lejos de la franqueza de mis

gracejos un intérprete malicioso y que no escriba epigramas míos: no obra

honradamente quien se manifiesta ingenioso en el libro de otro. ...”


LII

Mis versos son míos, defiéndelos

Te encomiendo, Quinciano, mis libritos, si es que puedo llamar míos a los que

recita un poeta amigo tuyo. Si ellos se quejan de su gravosa esclavitud, acude en su

ayuda y ponte a su entera disposición, y cuando él se proclame su dueño, di que son

míos y que han sido manumitidos. Si lo dices bien fuerte tres o cuatro veces, harás

que le dé vergüenza al plagiario.”


LXIII

A un recitador

Me pides que te recite mis epigramas. No quiero: no deseas oír, Céler, sino

recitar.”


Hace referencia Marcial a que si este los recitaba, el otro – Céler - quedaba libre para recitarlos a su vez, ganando con ellos.



LXVI

No eres poeta, sino ladrón

Estás en un error, ladrón avaro de mis libros, al pensar que uno puede llegar a

poeta por el precio que cuesta un manuscrito, o un rollo de papiro: un “muy bien” no

se consigue con seis o con diez numos [sestercios]. Busca poemas inéditos y trabajos

en borrador, que no los conoce más que uno solo, y que los guarda bajo llave en sus

armarios el propio padre de las hojas inmaculadas a las que no ha arrugado el

contacto de una barba ruda: un libro conocido no puede cambiar de dueño. Pero si

hay alguno que todavía no tenga pulidos sus bordes con piedra pómez y que no esté

bien adornado con sus husillos y su funda de cuero, cómpralo: yo tengo algunos así y

nadie lo sabrá. Quien recita obras de otro y aspira a la fama, no debe comprar el libro,

sino el silencio.”


XCI

Es fácil criticar sin publicar

Aunque no publicas tus poemas, criticas los míos, Lelio. O deja de criticar los

míos o publica los tuyos.”


LINKs para ampliar:

"Los epigramas de Marcial"

https://www.youtube.com/watch?v=dBBhH-OiyiQ 

Algunos epigramas

https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/23/14/ebook2388_2.pdf



Ambas imágenes correspondientes a Marco Valerio Marcial y a una publicación medieval de los Epigramas, fueron tomadas de Wikipedia. 

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