domingo, 28 de mayo de 2017

“Tulipomanía” , crisis de los tulipanes - Siglo XVII - #Serie Crisis y Bolsas de Valores

Símbolo colorido de Holanda, entre otros, las flores conocidas como tulipanes son totalmente asociables con ese país. Es menos conocido que en tiempo de la introducción del cultivo fueron protagonistas “involuntarias” de uno de los episodios financieros críticos más interesantes de la Historia.

Todo comienza cuando Busbeck, embajador del Imperio Alemán en Turquía, admirador una flor turca a la que llamaban turban, decidió llevar flores y semillas de vuelta a Europa cuando retornó de su destino diplomático. La flor se adaptó al clima del Norte de Europa y pasó a ser denominada con una deformación de su nombre original, como tulipán. El territorio específico en que se desarrolló fue la zona de La Haya, Amsterdam.

El tulipán tuvo un éxito fenomenal. Se extendió su uso a nivel social, simbolizaba estatus, éxito. No solamente se lo vía en jardines, balcones, sino que se utilizaba en la vestimenta: los distintos colores de flores se utilizaban acorde al color del atuendo de las señoras elegantes, adornaban carruajes, mansiones, fiestas. Disponer de más tulipanes de colores variados y coordinados con el color de edificios y vestimenta era símbolo de mayor nivel socio-economico. Verdadero furor por los tulipanes y sus colres.

Este uso tan intenso determinó que se invirtiera más y más en el cultivo de tulipanes. Además, consecuentemente con el mayor interés que despertaban, subía el precio de las flores, así como el de los bulbos, subía también más cuanto más exóticas y de colores interesantes fueran las flores. Fue tal el precio y el interés económico despertado que comenzaron a realizarse fuertes inversiones en bulbos de tulipanes: la gente colocaba su dinero en bulbos que producían flores, que se vendían a más y más valor.

Los especuladores de la Bolsa en Amsterdam estaban en este tema. Como el interés en los tulipanes era muy alto los precios aumentaban y muchos comenzaron a sacar créditos cuya garantía era – en definitiva – el negocio de los tulipanes que, en pleno furor, se creía que pagaría los créditos. El tulipán en esa época no era ya solamente una flor, sino un objeto de especulación. En 1636 se llegó a pagar 6000 florines por ramo de tulipanes, que en la época equivalían a 15 quince veces el salario anual de un carpintero, precio verdaderamente insostenible, que respondía al momento de especulación.

Y vino la explosión en el año 1637...

Las más de 350 especies diferentes, comenzaron a ser demasiadas para el mercado y a tener menor valor, a depreciarse, porque ya no podían ofrecer el mayor valor que da la “rareza” o “exclusividad” de un objeto. Se produjo, digamos, una verdadera “inflación de tulipanes”.

Entonces, como siempre en estos casos tuvo lugar “la corrida”. Todos quisieron desprenderse de los objetos de especulación que tenían, cuanto antes para perder lo menos posible. Es decir, el reconocer que ya había muchos objetos (en este caso bulbos de tulipán – tulipanes) más que la demanda (de tulipanes), provocó la constatación de que el precio en el que se tenían era superior al real. Todos pretendieron vender sus bulbos y sus tulipanes cuanto antes.

Muchos que habían invertido en bulbos y flores quedaron quebrados por la crisis de los tulipanes. Algunos historiadores de Economía consideran que fue el primer fenómeno de locura mercantil colectiva de la era moderna de la actividad bursátil.


Más aspectos sobre Índices bursátiles los explico en el Manual sobre Contratos Comerciales que tengo free on line en mi blog.
http://derechocomercialbeatrizbugallo.blogspot.com.uy/2016/01/contratos-comerciales-guia-2016.html



Van Gogh, Los campos de bulbos, 1883
Claro que ha hacía mucho tiempo había pasado el tema del furor financiero con los bulbos de tulipanes... pero nunca se perdió el gusto en Holanda por tan linda flor.

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