lunes, 15 de octubre de 2018

Cicerón, tan vigente como siempre

Va terminando un fin de semana largo, en el que me dí el lujo de leer a Cicerón. Así, directamente. Tan directamente como las traducciones que circulan on line me lo pueden permitir... Pero fui rigurosa en elegir las fuentes. Hombre de Estado, fiel al cumplimiento del Derecho... en la circunstancia de la Roma que le tocó vivir. Su legado en escrituras es absolutamente eterno. Recto. Es uno de mis personajes históricos abogados preferidos.

Marco Tulio Cicerón, su nombre completo, vivió desde el 3 de enero de 106 AC al 7 de diciembre de 43 AC. Historiador, politico, escritor, reconocido orador en Roma, y jurista. Orador y abogado son sus facetas sobre las que más he leído, las cuales entiendo que – naturalmente - llevan a que haya sido un gran escritor.

De todas maneras, no ví nada ni cercano al Derecho Comercial... ya él mismo, comentaba que los fenicios llevaban el comercio y la avaricia... en fin. Pero era la consideración romana en general. ¿Acaso les generaba inseguridad que hubiera otra forma de llegar a la gente que no pudiera manejar el propio gobierno desde Roma? Siempre pensé algo así. Dijo Cicerón, según texto traducido (“OBRAS COMPLETAS DE MARCO TULIO CICERÓN”, versión castellana de Francisco Navarro y Calvo, Canónigo de la Metropolitana de Granada, TOMO VI Madrid, 1884, pag 136):

“III - Fenicios fueron los primeros que con su comercio y mercancías llevaron á Grecia la avaricia, el lujo y multitud de necesidades insaciables.—(Id., v.) ”


Todos los historiadores destacan su fervor republicano, de la Roma republicana en las ideas de su tiempo. Fue protagonista de diversos episodios históricos de la convulsionada Roma, murió luego de la orden de que ordenaran ejecutarlo, el 7 de diciembre del 43 AC. Pero no ha sido este el tema central de mis lecturas de estos días, sino leer parte de su obra.


Leí más páginas de dos libros, uno sobre oratoria y el otro “De officiis”, sobre los deberes. Va algún comentario.


Cicerón, “Sobre el orador”
https://archive.org/details/CICERONSobreElOrador/page/n0

Tiene unas 300 páginas y es una obra universal ineludible para quien quiera que realice actividad alguna relacionada con la oratoria. Como cualquiera de las que realizaba Cicerón, su autor. Hablan de la importancia del conocimiento del orador, de saber ubicarse en el tipo de oratoria según el lugar y el cometido... siempre con referencias históricas del momento de su vida. Son diálogos que se estructuran en tres libros. Hay un muy buen capítulo de Introducción que facilita la lectura de la obra, en esta edición linkeada.

Van páginas aprox 215 y ss del Libro II, de la Edición linkeada. Me parece super interesante acercar el material, y estimular a que bajen el libro y lo lean...

“Mas puesto que todo esto —sea lo que fuere, simple técnica o pasión por la elocuencia — no puede ser nada si no interviene la palabra, os enseñaré, queridos alumnos, lo que yo mismo no he aprendido, es decir, mi opinión acerca de todos los tipos de discursos».
Y tras haberse reído todos, éste continuó: «La cuestión me parece particularmente notable por las facultades que exige; muy normal, en cambio, por la técnica que precisa.
En efecto, la técnica tiene que ver con aquellas cosas que se saben; en cambio, toda la actividad del orador se reduce a opiniones, no a saberes. Por una parte, hablamos ante quienes no saben, y por otra, decimos cosas que nosotros mismos ignoramos. Y así es que el público opina y juzga cosas diferentes acerca de un mismo asunto, y nosotros con frecuencia mantenemos posturas enfrentadas, y no sólo cuando en ocasiones Craso actúa contra mí o yo contra Craso — es forzoso que uno u otro no digan la verdad — sino cuando cualquiera de los dos defiende, según la ocasión, posturas distintas acerca de un mismo asunto, no pudiendo ser verdad más de una. En consecuencia, en la medida en la estamos tratando de un asunto que se sostiene en la mentira, que raramente llega al conocimiento verdadero y que está al acecho de las opiniones y a veces los errores del público, así será mi exposición, si es que encontráis un motivo para escucharme ».
«Nosotros sí que creemos que la hay», dijo Cátulo, «y muy en especial porque me das la impresión de que no vas a hacer uso de ningún tipo de ostentación. Has empezado sin jactancia alguna, partiendo más de lo que tú crees que es la verdad que de una falsa solemnidad». «Así», continuó Antonio, «del mismo modo que respecto a su esencia misma he mantenido que no supone un arte de envergadura, también he de afirmar que pueden darse unas normas muy precisas para manejar las voluntades del público y hacerse con sus simpatías. Y si alguien quiere decir que el conocimiento en este punto es un arte importante, no me opondré a ello. Y cuando la mayoría expone las causas en el foro sin reflexión y método alguno, y por otra parte sólo algunos lo hacen con más habilidad — ya por entrenamiento o por práctica — no hay duda de que, si alguno se da cuenta de por qué unos exponen mejor que otros, podría tomar nota de ello. En consecuencia, quien hiciera eso en todo ese tipo de cosas, si no un arte del todo, al menos habrá encontrado algo que se le parezca.
»¡Y ojalá, así como creo ver en el foro y en las causas los éxitos de hecho, pudiera descubrir para vosotros de qué modo preciso se consiguen! Pero hablaré de mí. Ahora voy a presentar una tesis, de la que estoy convencido: que, aunque no exista tras él un arte, nada hay más preclaro que un orador completo. Pues para dejar a un lado la práctica oratoria, que es la reina en toda sociedad libre y en paz, hay una fuente de placer tan grande en el dominio mismo de la oratoria que no hay nada más agradable que la mente y el oído humano puedan percibir. Pues ¿qué canto más dulce puede hallarse que un discurso rítmico? ¿Qué música más cabal que una cláusula verbal artística? ¿No es más agradable el orador cuando sostiene la verdad que el actor cuando la imita? ¿Qué cosa hay más sutil que una inteligente concentración de pensamientos? ¿Qué cosa más admirable que un contenido iluminado por el. esplendor de la forma? ¿Qué más completo que un discurso repleto de todo tipo de contenidos? Pues ninguna de las cosas que realmente deben ser expuestas con elegancia y seriedad son ajenas al orador.
»A éste le compete una opinión razonada y digna cuando da consejo sobre asuntos de la mayor importancia; y al mismo, espolear al pueblo cuando languidece y moderarlo cuando se desboca; y con la misma capacidad la maldad humana es castigada y se preserva incólume la honradez ¿Pues quién puede animar con más ardor a la virtud, quién más acremente apartamos del vicio, quién con más aspereza denostar a los malvados y con mayor omato ensalzar a los buenos, quién con mayor pasión quebrantar en la invectiva.”



Cicerón, “Los deberes” Biblioteca Clásica Gredos
https://archive.org/details/BibliotecaClasicaGredos414LosDeberesCiceronGredos2014/page/n0

Iba a poner solamente una cita de Cicerón, pero al colgar este link me pareció que no puedo dejar de agregar al menos un corto párrafo que muestra qué genio pensador que fue. Y su inmensa cultura para la época, además. Es su opinión, evidentemente, y producto de una época dada.

“CONTRAPOSICIÓN DE COSAS ÚTILES
[88] En cuanto a la contraposición de utilidades —ya que este era el punto cuarto, omitido por Panecio—, a menudo es inevitable. Ciertamente, se suelen evaluar los beneficios del cuerpo en relación con los externos y los externos en relación con los del cuerpo, y los del cuerpo entre sí y los externos en relación con los externos. Los del cuerpo se evalúan en relación con los externos de este modo: que prefieras estar sano antes que ser rico; los externos en relación con los del cuerpo de este otro: ser rico antes que gozar del máximo poderío físico; los del cuerpo entre ellos, así: que se anteponga la buena salud al placer, la fuerza a la velocidad; en cuanto a los externos: la gloria a las riquezas, [89] las rentas urbanas a las rurales.
A este género de contraposiciones corresponde aquella anécdota de Catón el Viejo: al preguntársele qué era lo más conveniente para el patrimonio familiar, respondió: «Apacentar bien el ganado». ¿Y lo segundo? «Apacentarlo medianamente bien». ¿Y lo tercero? «Apacentarlo mal». ¿Y lo cuarto? «Arar». Y cuando quien había preguntado dijo: «¿Y qué opina de prestar a interés?», Catón dijo: «¿Y qué de matar a un hombre?». A partir de esto y de otras muchas cosas debe entenderse que suelen darse comparaciones entre utilidades y que con razón se ha añadido este cuarto aspecto de indagación sobre los deberes. Abordaremos lo restante a continuación. ”



Se suele leer y escuchar varias frases de Cicerón, por eso van dos. Recuerdo que esa del presupuesto... no sé qué, NO ES de Cicerón, se la atribuyen falsamente. Es sabia, pero justamente esa no la dijo.

“Errar está en la naturaleza de las personas, pero solo los necios perseveran en el error”, Cicerón

“Los poetas nacen, los oradores se hacen”



Dejo otros LINKS:

OBRAS COMPLETAS
http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000167926&page=1
Este link lleva a 17 tomos de obras de Cicerón... espectacular. Es de la Biblioteca Nacional de España, en español naturalmente.
Y tiene un sistema de búsqueda bastante bueno.

Para seguir huella de las obras clásicas, en este caso de Cicerón – lo que yo hice -, sugiero este link. Excelente. De Cicerón salieron cientos, en varios idiomas, 25 en español.
“BUSCADORES Y PÁGINAS GENERALES DE RECURSOS”
https://web.archive.org/web/20070808121018/http://clasicas.usal.es:80/recursos/#buscador


Otras obras de Cicerón que estuve leyendo, parcialmente.

"Epístolas familiares", Cicerón.
http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020014940/1020014940.PDF

“Los oficios de Cicerón: Con los dialogos de la vejez, de la amistad, las paradoxas, y el sueno de Escipión”
https://archive.org/details/losoficiosdecic01cicegoog/page/n10



Para finalizar, dejo un corto video sobre Cicerón, bien ilustrativo de su calidad intelectual.

https://www.youtube.com/watch?v=zYpcXNog8ts









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