sábado, 22 de julio de 2023

Mercado contestable

Un mercado contestable es un mercado en el que los participantes tienen la capacidad de entrar y salir del mercado rápidamente y con poca dificultad. Esto significa que si una empresa en el mercado comienza a cobrar precios más altos de lo que los consumidores están dispuestos a pagar, otras empresas pueden entrar al mercado y ofrecer precios más bajos, lo que forzará a la empresa original a reducir sus precios.

Los mercados contestables ayudan a garantizar que los consumidores tengan acceso a precios bajos y a una amplia variedad de productos y servicios. Cuando los mercados son contestables, las empresas tienen menos incentivos para cobrar precios altos o para reducir la calidad de sus productos y servicios. Esto se debe a que saben que si lo hacen, serán rápidamente desplazadas por otras empresas que ofrecen precios más bajos y mejores productos y servicios.

Hay una serie de factores que pueden contribuir a la contestabilidad de un mercado. Estos incluyen:

    a La ausencia de barreras de entrada: Las barreras de entrada son factores que hacen que sea difícil o costoso para nuevas empresas entrar en un mercado. Estas barreras pueden incluir requisitos de capital elevados, tecnología compleja o regulaciones gubernamentales.

    b La facilidad de salida: Las empresas deben poder salir del mercado sin incurrir en grandes pérdidas. Esto es importante para garantizar que las empresas no se queden atrapadas en mercados que no son rentables.

    c La existencia de productos sustitutos cercanos: Los productos sustitutos cercanos son productos que pueden satisfacer las necesidades de los consumidores de manera similar a los productos que se ofrecen en el mercado. La existencia de productos sustitutos cercanos puede disuadir a las empresas de cobrar precios demasiado altos, ya que los consumidores pueden simplemente cambiar a productos sustitutos si los precios son demasiado altos.

Enseña Fernández Ordóñez (1) que los mercados contestables “son aquéllos en los que es fácil establecerse y, en consecuencia, si una empresa que tiene un porcentaje alto en el mercado intentara abusar de su situación, estimularía la entrada de nuevos competidores que lo harían rápidamente y sin mayores dificultades.” La mayor o menor facilidad de establecimiento en un mercado impone la individualización y calificación de las “barreras de entrada” que puedan existir, esto es, las dificultades para que, en tiempo razonable, nuevos competidores ofrezcan nuevos productos.

En este sentido, y siguiendo nuevamente a Fernández Ordóñez, será evidencia de dominio o poder de mercado que: 1. una empresa tenga una cuota de mercado grande; 2. la demanda sea inelástica; 3. la expansión de la producción o la entrada de nuevos competidores a corto plazo presente dificultades.


(1) FERNANDEZ ORDÓÑEZ, Miguel A., “La competencia”, Madrid: Alianza, 2000, pág. 109 y ss.




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