La posición de dominio consiste en la existencia de una empresa con un poder de mercado significativo, que le permite influir en los precios, la cantidad ofertada o la calidad de los bienes y servicios.
El concepto de posición de dominio está estrechamente vinculado al concepto de competencia efectiva, que se refiere a la situación en la que un gran número de empresas compiten en el mercado, lo que conduce a precios bajos, una amplia variedad de productos y servicios y un alto nivel de innovación.
La posición de dominio puede ser perjudicial para la competencia efectiva, ya que puede permitir a la empresa dominante fijar precios más altos, reducir la cantidad ofertada o bajar la calidad de los bienes y servicios. Eventualmente puede afectar negativamente a los consumidores, los proveedores y otros agentes económicos. Pero no implica necesariamente como tal, una conducta ilegal en relación con la Defensa de la Competencia. La visión desde el Antitrust Law es diversa.
Más allá de la formulación del concepto de poder económico o posición de dominio en un mercado, para su determinación corresponde valorar cada situación, pudiendo plantear a tales efectos diversos criterios. Entre aquéllos a que se apela con más frecuencia, podemos enunciar los siguientes:
a análisis estructural del mercado y de la situación de la empresa que se investiga en el mismo;
b análisis del comportamiento de la empresa y de sus competidores actuales y eventuales;
c análisis de la mayor o menor dependencia que puede tener una empresa en dicho mercado, en relación con la empresa cuya eventual posición de dominio se investiga.
Estos criterios no se excluyen entre sí, correspondiendo un planteo acumulativo de los diversos factores al caso concreto, dado que ninguno de ellos - tomado aisladamente – puede resultar conclusivo.
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